• 06 SEP 17

    ¿A qué edad debo llevar a mi hijo al ortodoncista?

    Te contamos por qué la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO) recomienda hacerlo, como muy tarde, a los 6 años


    Cuando somos padres nos preocupamos mucho por adelantarnos a cualquier problema o dificultad que pueda tener nuestro hijo. También en su salud bucodental. Por eso, cuando vemos que algún diente comienza a salirle torcido o notamos alguna anomalía, nos preguntamos si es momento de llevarlo al ortodoncista, o si incluso debemos hacerlo antes de que este ocurra. ¿A qué edad debo llevar a mi hijo al ortodoncista por primera vez? ¿Existe un momento idóneo?


    La edad más adecuada para llevar a tu hijo al ortodoncista dependerá del tipo de problema y de su gravedad. Por tanto, el momento adecuado es en cuanto detectes alguna anomalía. No obstante, tal y como recomienda la Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO), detectes o no un problema, es recomendable llegar a tu hijo al ortodoncista, como muy tarde, a los seis años. Aunque solemos asociar los tratamientos de ortodoncia con la adolescencia, es importante realizar un primer control para garantizar la salud dental de tu hijo, lo que no significa que vaya a ser necesario comenzar un tratamiento a edad temprana.


    ¿Por qué a los seis años?

    Ésta es una edad de transición para nuestros dientes: los de leche comienzan a dar paso a los definitivos. Es decir, a los seis años empiezan a erupcionar los primeros molares permanentes, iniciándose así lo que los dentistas llamamos “dentición mixta”. Estos primeros molares tienen gran importancia porque, además de ser dientes definitivos que le acompañarán –o deberían acompañarle– durante toda la vida, servirán de guías para la correcta colocación del resto de dientes que está por salir.


    Hablamos, por tanto, de un periodo trascendental para el correcto desarrollo de la oclusión, de ahí que sea tan recomendable la visita al ortodoncista. De esta forma, nos aseguraremos de que, más adelante, cuando nuestro hijo cumpla 12 años y erupcionen sus segundos molares permanentes, todas los dientes encajen perfectamente, en el lugar y forma adecuados.


    Como siempre que hablamos de salud, una visita a tiempo al ortodoncista nos ahorrará mayores problemas, molestias y dinero.