• 28 JUN 17

    Ortodoncia: ¿Brackets, Invisalign, lingual o Damon?

    ¿Cuál es el mejor sistema para corregir la alineación de mis dientes?

    Cuando tenemos tanto entre lo que elegir, nos cuesta decidirnos. La ortodoncia actual nos permite conseguir una sonrisa perfecta, pero para llegar hasta ella se nos abren múltiples caminos: brackets metálicos, de cerámica o de zafiro; ortodoncia invisible, como Invisalign o la lingual; brackets estéticos Damon… Entre tantas opciones, ¿cómo podemos saber cuál es la mejor para nosotros? ¿Cuál nos ofrece mejores resultados sobre las demás?


    Los diferentes sistemas de ortodoncia no son más que distintas herramientas con las que cuenta el ortodoncista para prevenir y corregir alteraciones en los dientes, encías y huesos maxilares, con el fin de que nuestra boca pueda ejercer correctamente sus funciones y, al mismo tiempo, esbozar una sonrisa estéticamente atractiva. Dentro de las distintas técnicas de ortodoncia que realizamos en Clínica Cervera, las más empleadas son:


    • Las más estéticas

    o Invisalign

    Está basada en un alineador de plástico transparente que se coloca en los dientes a modo de funda y que el ortodoncista va cambiando periódicamente (cada 3-4 semanas). Su gran ventaja es que es prácticamente invisible y, además, removible, por lo que podemos quitárnoslo para comer y para realizar nuestra higiene oral cómodamente. Invisalign es un sistema avanzado de ortodoncia con unos movimientos muy precisos que apenas interfiere en nuestra vida social y laboral.


    Ortodoncia lingual

    Es un tratamiento con brackets de oro más pequeños que los tradicionales que van colocados en la cara interna de los dientes, lo que los hace imperceptibles. Estos brackets se diseñan y fabrican a medida para cada paciente, garantizando así una corrección precisa de la sonrisa. Son fijos, por lo que debemos llevarlos puestos en todo momento durante el tratamiento. Aunque nos permiten limpiarnos las caras frontales y oclusales de los dientes sin dificultad, sí nos exigen más habilidad para hacerlo en las caras internas, donde tendremos que usar cepillos interproximales para evitar que el sarro se acumule entre los brackets.


    • • Las menos estéticas


    o Brackets metálicos

    Es la ortodoncia tradicional, una de las opciones menos estéticas, pero con mayor evidencia científica a sus espaldas, lo que supone una gran garantía para los casos más complejos. El alambre y los brackets que se emplean en este sistema de ortodoncia pueden producir presiones y algunas molestias ocasionadas por rozaduras, pero al mismo tiempo apenas necesita una colaboración por parte del paciente ya que es fijo y es el ortodoncista el encargado de ir realizando los ajustes. Sin embargo, sí exige que el paciente extreme su higiene bucodental ya que los brackets y ligaduras hacen que se acumulen más restos de comida entre los dientes y que sea más tedioso eliminarlos.


    Aunque los brackets metálicos son la opción menos estética, en los últimos años han incorporado la posibilidad de que las ligaduras o gomas sean de colores, lo que los hace más personalizables, llegando incluso a convertirlos en un complemento de moda. Además, los brackets pueden ser de zafiro (transparentes como el cristal) o de porcelana (blancos opacos).


    o Brackets Damon

    La ortodoncia Damon o brackets autoligados suponen una evolución respecto a los brackets convencionales: suele reducir los tiempos de tratamiento y las molestias en el paciente. Se caracteriza por el uso de brackets de baja fricción que no necesitan ligaduras. Este tipo de ortodoncia también reduce el número de casos en los que se hace  necesaria la extracción de algún diente para dejar espacio para el desplazamiento del resto.



    Entonces, ¿cuál es el mejor sistema de ortodoncia?

    Por sí mismo, no existe un sistema mejor que otro. El éxito y la calidad de un tratamiento de ortodoncia no dependen de la técnica empleada, sino de la formación y experiencia del ortodoncista. Tanto los brackets convencionales como Invisalign, por ejemplo, no son más que herramientas que sirven a un mismo objetivo: lograr un correcto alineamiento de los dientes para mejorar su funcionalidad y estética. 


    Por tanto, el mejor sistema de ortodoncia es aquel que el ortodoncista seleccione para ti después de haber realizado un correcto diagnóstico y haber conocido tus particularidades, hábitos, expectativas, objetivos, preferencias… Sea cual sea el sistema de elegido, la ortodoncia actual nos ofrece tratamientos cada vez más cortos y con mejores resultados.