• 17 ABR 18

    Protector bucal, ¿cuándo es necesario?

    Asociado a deportes de contacto, los expertos recomiendan usarlo al practicar cualquier actividad física que suponga un riesgo para la boca

    Cascos, espinilleras, rodilleras… Son protecciones que se utilizan habitualmente al practicar deportes como el ciclismo, el fútbol o el voleibol y que previenen lesiones en cabeza, extremidades y articulaciones. Si protegemos estas partes de nuestro cuerpo, ¿por qué no hacemos lo propio con nuestra boca? 


    Usar protector bucal evita que, tras una caída o un golpe, se fracture la corona o el diente, el hueso maxilar o la articulación temporomandibular (articulación que permite abrir, cerrar y mover lateralmente la mandíbula). También ayuda a prevenir lesiones en los tejidos blandos como las encías, la lengua o el paladar. 


    Pero además, según afirma la Academia de Odontología General (AGD por sus siglas en inglés), al apretar el protector bucal mientras se practica un deporte se activan los músculos de la mandíbula y el cuello, lo que aporta protección frente a una posible conmoción. Otro beneficio del uso del protector bucal es que hace que la respiración sea más efectiva durante un esfuerzo físico al modificar la posición de las vías respiratorias. 


    ¿En qué deportes se recomienda el protector bucal? 

    El uso del protector bucal se asocia a deportes de contacto como el boxeo, el hockey o el rugby, en los que hay un mayor riesgo de recibir un golpe en la boca. Pero los expertos recomiendan utilizar un protector bucal cuando se practique cualquier deporte que suponga un riesgo de lesión en esta zona de la cara, como el baloncesto, el fútbol o el patinaje, entre otros. 


    Tipos de protectores bucales

    Protectores bucales estándares o prefabricados. Se venden en tiendas de material deportivo. Su principal problema es que no se ajustan completamente a la boca, sino que quedan holgados, por lo que es necesario apretar la mandíbula para mantenerlos en su sitio. Además, pueden ser demasiado voluminosos y, como consecuencia, resulta difícil hablar o respirar cuando se tienen puestos. 


    Protectores bucales semiadaptables. Ofrecen mejor ajuste que los protectores bucales prefabricados al estar hechos en un material termoplástico que se vuelve maleable al hervirlo en agua. Después, sólo tenemos que ponérnoslos durante unos minutos para que tome la forma de nuestra dentadura. 


    Protectores bucales hechos a medida. Los realiza un dentista totalmente personalizados según las particularidades de cada paciente para que queden ajustados y no haya que hacer presión para sujetarlos. Se fabrican con materiales termoplásticos a partir de un molde exacto de la boca del paciente. Se adaptan a la perfección a la anatomía de la boca, por lo que son más cómodos y no dificultan el habla ni la respiración.  


    Relación deporte – salud bucodental 

    Para obtener un buen rendimiento deportivo y, a la vez, mantener nuestra boca a salvo no sólo es necesario el uso del protector bucal. Además, es indispensable tener unos correctos hábitos de higiene bucodental ya que de la salud de nuestras encías depende el éxito de nuestra carrera deportiva, sea esta profesional o amateur.