• 29 ABR 24

    Cómo influye la saliva en tu salud

    Comer, hablar, combatir infecciones... Ni te imaginas en la de procesos que interviene tu saliva

    Hoy queremos hablarte de un aspecto a menudo subestimado, pero esencial: la saliva. ¿Sabías que este fluido natural no solo facilita nuestras funciones diarias como comer y hablar, sino que también juega un papel crucial en la salud de tu boca? La saliva es mucho más que agua; es una defensora activa de tus dientes y encías.


    Nuestra saliva actúa como un primer escudo contra las bacterias y las enfermedades dentales. Desde el momento en que un alimento toca la lengua, la saliva comienza a trabajar, no solo para ayudarte a digerir, sino también para proteger tus dientes de la descomposición y las enfermedades. Este líquido maravilloso contiene componentes que neutralizan los ácidos, combaten los gérmenes y reparan el esmalte de tus dientes. En Clínica Cervera, te mostraremos cómo la saliva influye significativamente en tu bienestar bucodental y cómo puedes optimizar su funcionamiento para mantener una boca sana.


    ¿Para qué sirve la saliva?

    La saliva es esencial para el mantenimiento de una salud bucodental óptima. Este líquido vital no solo facilita procesos básicos como la deglución y la digestión de alimentos, sino que además juega un papel crítico en la protección de nuestros dientes y encías contra patógenos y enfermedades. La presencia continua de saliva en la boca es fundamental para mantener el equilibrio natural y la integridad de los tejidos orales.


    Un flujo adecuado de saliva ayuda a prevenir problemas dentales comunes, como la caries y la gingivitis. La saliva actúa neutralizando los ácidos que los alimentos, especialmente aquellos ricos en almidón como el arroz, dejan en la boca. Este proceso de neutralización es vital para prevenir la erosión del esmalte dental y mantener la fortaleza de los dientes.


    Funciones de la saliva

    La saliva cumple varias funciones clave que son esenciales para la salud bucodental:

    • Digestión: La saliva humedece los alimentos para formar el bolo alimenticio, facilitando la deglución y evitando atragantamientos. Este proceso es crucial para una digestión eficiente desde el momento inicial de la ingestión de alimentos.
    • Sabor: Mejora la percepción del sabor al disolver sustancias químicas de los alimentos que estimulan las papilas gustativas, lo que permite una mejor experiencia gustativa.
    • Protección del esmalte: Contiene iones como el calcio, el fosfato y el flúor que se unen a la hidroxiapatita en el esmalte dental, fortaleciéndolo y ayudando a prevenir su desgaste por ácidos y bacterias.
    • Mantenimiento del pH neutro: Ayuda a mantener un pH balanceado en la boca, lo que dificulta la proliferación de bacterias que pueden causar caries y enfermedades periodontales.
    • Limpieza: Arrastra restos de alimentos y células muertas de la boca, reduciendo la acumulación de placa bacteriana y mejorando la higiene oral general.
    • Defensa antibacteriana: Incluye enzimas como la lisozima y agentes antimicrobianos que atacan a las bacterias patógenas, reduciendo el riesgo de infecciones.
    • Analgésico natural: La saliva contiene opiorfina, un analgésico natural que podría ser más potente que las endorfinas, proporcionando un alivio del dolor oral.


    Síntomas relacionados con la saliva que indican que algo no va bien

    Una producción insuficiente de saliva, o xerostomía, puede ser un indicador de problemas de salud subyacentes que requieren atención. Por eso, si observas signos de sequedad bucal, como dificultad para tragar alimentos, mal aliento persistente, o sensación de ardor en la lengua, te recomendamos que visites a tu dentista. Estos síntomas pueden señalar desde deshidratación hasta condiciones más serias como diabetes o enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren.


    La saliva y la caries

    La relación entre la saliva y la caries dental es significativa. Un flujo salival óptimo no solo ayuda a limpiar los dientes de restos de alimentos, sino que también equilibra el pH bucal. Cuando la producción de saliva disminuye, aumenta el riesgo de caries, ya que no hay suficiente saliva para contrarrestar los ácidos producidos por la placa bacteriana.


    En definitiva, la saliva es una aliada crucial en la lucha contra las enfermedades bucodentales. Entender su importancia y cómo maximizar su efectividad puede llevar a mejores prácticas de higiene oral y, por ende, a una mejor salud bucodental. Recuerda: una boca sana comienza con la adecuada producción y mantenimiento de la saliva, esencial para disfrutar de una vida plena y saludable.