• 01 MAR 18

    La mejora del rendimiento deportivo empieza por unas encías sanas

    La periodontitis aumenta el riesgo de aparición de contracturas musculares, fatiga y una recuperación más tardía de las lesiones

    “El deporte es salud” es una frase que está en el ideario popular del siglo XXI. Y hay mucha verdad en ella. La práctica deportiva regular como parte de un estilo de vida saludable limita los riesgos de alteraciones en el cuerpo en general y en la boca en particular. Pero de la misma manera que el deporte influye en la salud oral, ¿pueden problemas de origen bucodental causar una disminución del rendimiento deportivo? 


    Según los estudios disponibles actualmente, unas encías enfermas pueden dar lugar a una inflamación general (sistémica) que afecta a la salud global. Las enfermedades periodontales, como infecciones bucales que causan inflamación, afectan tanto a las encías como al resto del cuerpo al generar un estado inflamatorio que favorece el desarrollo de enfermedades tan importantes como las cardiovasculares (incluyendo el infarto de miocardio) o respiratorias, entre otras, que afectan sobremanera al rendimiento deportivo. 


    Además, la periodontitis (o “piorrea”) se relaciona de forma directa con la reducción de la fuerza muscular en abdomen, flexiones de brazos y carrera, y se vincula con un mayor riesgo de aparición de contracturas musculares, fatiga muscular y una recuperación más tardía de las lesiones musculares. Ello se debe a que la infección se esparce desde la boca por el torrente sanguíneo afectando a los músculos y articulaciones del deportista, de ahí que una situación de infección crónica pueda llegar a originar artritis o tendinitis. 


    Relación bidireccional 

    La relación entre la práctica deportiva y la salud bucodental tiene una doble vertiente. Ya hemos explicado cómo unas encías enfermas pueden influir negativamente en el rendimiento deportivo. Pero además, está demostrado que el deporte tiene un efecto antiinflamatorio y mejora el sistema inmunológico. 


    Diversos estudios científicos internacionales indican que las personas que practican deporte como hábito tienen menos riesgo de presentar factores inflamatorios que propician la aparición de enfermedades como la periodontitis. Incluso, se ha establecido una relación entre la obesidad, la buena salud física y la periodontitis: las personas con un índice de masa corporal más bajo y con mayores consumos de oxígeno durante el ejercicio suelen tener una mejor salud periodontal. También es conocido que la obesidad puede ser un factor de riesgo de periodontitis.


    El talón de Aquiles del deportista de élite

    Aunque esta relación bidireccional entre enfermedad de las encías y rendimiento deportivo afecta tanto a aficionados como a deportistas de élite, estos últimos deben mostrar más atención si cabe a su salud bucodental teniendo en cuenta el esfuerzo extremo al que someten a su organismo. 


    Sin embargo, la salud bucodental es el talón de Aquiles del deporte de élite. Lo demuestra un estudio de un grupo de investigadores de la University College London (UCL), liderado por el profesor Ian Needleman. Tras someter a unos 300 deportistas a un examen oral comprobaron que más del 75 % presentaba gingivitis y el 15 % periodontitis. Uno de cada tres de estos atletas reconoció que una salud bucal deficiente influía en su calidad de vida y un 18 % en su rendimiento deportivo. 


    Estas evidencias científicas deberían aportarnos un extra de motivación para realizar actividad física con regularidad y mantener un peso saludable, además de cuidar la salud de nuestras encías, de las que depende en buena medida nuestra calidad de vida.