• 11 ENE 23

    Halitosis o mal aliento en niños: ¿es normal?

    Cuando la boca de los pequeños desprende un dolor desagradable constante puede ser una señal de problemas bucodentales, respiratorios o estomacales

    Nadie conoce a tus hijos mejor que tú. Por eso eres la persona indicada para valorar si el mal aliento que has detectado últimamente es algo puntual o persiste en el tiempo. En el caso de que no desaparezca, efectivamente podemos estar frente a un caso de halitosis infantil; una enfermedad que puede indicar que existe algún otro problema del que debemos hacernos cargo lo antes posible.


    ¿Qué es la halitosis?

    La halitosis se define como un olor desagradable y persistente en el aliento que puede estar causado por varios tipos de problemas bucodentales o por una higiene dental deficiente. En ambos casos, lo que ocasiona el mal olor son los llamados compuestos sulfurados volátiles, unos gases que se producen durante el metabolismo de ciertas bacterias de nuestra boca. Todos producimos estos gases en la boca, el problema surge cuando lo hacemos en una cantidad elevada.


    ¿Qué causa el mal aliento en los niños?

    Tanto en niños como en adultos, el 90 % de los casos de mal aliento tiene su origen en la boca y está asociado al denominado cubrimiento lingual (bacterias en la parte posterior de la lengua) y a enfermedades de las encías (gingivitis o periodontitis); mientras que en el 10 % restante puede ser nasofaríngeo, gástrico o sistémico, causado por la diabetes, dolencias hepáticas o pulmonares.


    En el caso concreto de la halitosis en los más pequeños, suele darse por problemas de origen bucodentales y nasales, como:

    La caries, la gingivitis, el goteo nasal, la inflamación de las amígdalas y los adenoides (vegetaciones).

    También puede deberse a una higiene bucodental deficiente.

    La existencia de algún cuerpo extraño intranasal puede provocar también halitosis.

    El tabaco tampoco ayuda: Y pensarás, ¡pero si es un niño no fuma! Lo cierto es que se ha detectado halitosis también en fumadores pasivos.

    Los problemas gástricos no suelen ser una causa común de la halitosis en los niños, pero pueden estar relacionados.



    Consejos para acabar con la halitosis infantil

    Es importante dejar claro que el mal aliento no dura para siempre; una vez que se analiza su origen y se trata, podemos acabar con él rápidamente. Para ello, lo primero que debes hacer es acudir al dentista para saber qué lo está provocando. 


    Con una exploración clínica se puede saber si el mal aliento proviene de una acumulación de bacterias en la lengua, por enfermedad periodontal o cáries, o en caso de  no presentar ninguno de estos aspectos, el dentista te recomendará acudir a un profesional del aparato digestivo para determinar el origen de la halitosis.


    Y aunque solo con el diagnostico de un profesional podrás actuar directamente sobre la causa, es básico cuidar de forma exhaustiva la higiene y la boca del niño. 


    Cepillado dental. Al menos dos veces al día, con un cepillo suave y un dentífrico fluorado. Recuerda que los niños pequeños no pueden cepillarse los dientes correctamente por sí mismos. Hasta aproximadamente los 7 años, son los padres los que deben encargarse de cepillarles los dientes, ya que no poseen la capacidad motora necesaria, y a partir de esa edad deben supervisar el cepillado nocturno hasta la adolescencia.

    •      Hilo dental. Una vez al día. Entre los 18 y los 24 meses podemos empezar a pasarles a nuestros hijos el hilo dental. 

    Limpieza de la lengua. Es en su parte posterior donde se sitúan la mayoría de las bacterias que causan la halitosis. Hay que incluir la lengua en los dos cepillados diarios, ya sea con el cepillo de dientes o con un raspador lingual.

    Colutorios. Solo los pueden utilizar los niños que sepan escupir.

    Prótesis dentales. En el caso de que el niño tenga prótesis, estas deben retirarse y limpiarse con detenimiento al menos una vez al día.

    Además, es recomendable:

    Una dieta rica en frutas y verduras, evitando alimentos que producen mal aliento, como el ajo, las cebollas, los dulces y las bebidas carbonatadas.

    Aumentar el consumo de agua.


    La higiene bucodental en los niños empieza antes incluso de que aparezcan los primeros dientes. Es fundamental cuidársela y enseñarle cómo hacerlo, para evitar así que proliferen las bacterias, se desarrolle la placa o aparezcan infecciones en su boca. Y si a pesar de ello detectamos que tiene mal aliento y este persiste, no dudes en visitar a tu dentista para poder acabar con el problema de raíz.