• 26 JUN 18

    Cómo afectan las hormonas a la boca de la mujer

    En la pubertad, antes de la menstruación, durante el embarazo o en la menopausia las encías de la mujer son las grandes sufridoras

    El tiempo pasa por todos... Pero en el caso de la boca, las mujeres lo sufren más que los hombres. Los cambios hormonales que se producen en las diferentes etapas de la vida de la mujer tienen consecuencias en la salud de su sonrisa. Desde Clínica Cervera te contamos a qué se enfrenta la boca de la mujer con el paso de los años.  


    Pubertad

    La revolución hormonal que se produce durante la adolescencia tiene consecuencias para las encías. El incremento de las hormonas sexuales, estrógenos y progesterona, produce un aumento de la circulación sanguínea de las encías. Esto favorece una respuesta inflamatoria exagerada a la placa bacteriana que se traduce en sangrado. Es lo que se conoce como “gingivitis puberal”. Suele aparecer en torno a los 12 años, aunque es una situación generalmente transitoria y reversible.


    Edad fértil  

    Los niveles hormonales casi perfectos tienen un papel protector sobre la salud de las encías. Ocasionalmente, algunas mujeres padecen gingivitis menstrual, que puede causar sangrado e inflamación en las encías y úlceras en los carrillos. Ésta aparece justo antes de la menstruación y desaparece una vez que ha empezado. 


    Embarazo

    La gingivitis gravídica o del embarazo es una enfermedad que sufre entre el 60 y el 75 % de las embarazadas, generalmente entre el tercer y el octavo mes, que hace que las encías adquieran un color rojizo, se inflamen y sangren. Este tipo de gingivitis se ve potenciada por los cambios hormonales y vasculares propios del embarazo. Aunque suele desaparecer después del parto, debe controlarse para que no vaya a más ya que la mitad de las embarazadas que la padecen puede empeorar su estado a periodontitis o “piorrea”.


    Durante el embarazo también aumenta el riesgo de caries dentalya que los cambios en la composición y flujo de la saliva dificultan la neutralización de los ácidos de la boca y la reparación del esmalte. Éste, además, puede debilitarse también por los vómitos característicos del embarazo.


    Menopausia

    También durante la menopausia las encías son las grandes sufridoras, que corren el riesgo de padecer gingivitis o periodontitis. Ello se debe a que durante esta etapa se reducen los niveles de estrógenos (disminuyendo el efecto antiinflamatorio de estas hormonas en la encía) y de progesterona (reduciéndose la densidad ósea y apareciendo la osteoporosis). La reducción hormonal provoca, a su vez, una menor secreción de saliva, lo que puede derivar en xerostomía o síndrome de la boca seca. Por tanto,  también aumentan las probabilidades de caries dental y halitosis. 


    Además, puede aparecer el “síndrome de la boca ardiente”, una sensación de ardor y quemazón en la boca que afecta especialmente a mujeres postmenopáusicas. 


    Una correcta higiene bucodental, revisiones periódicas con tu dentista y una dieta equilibrada ayuda a reducir los problemas bucodentales de la mujer, sea cual sea la etapa en la que se encuentre.